miércoles, 14 de noviembre de 2012

Deseo

Cerebro: Y tú...¿qué es lo que sientes cuando estás con ella?

Corazón: Yo... Me pongo nervioso, me acelero, no soy consciente de mi ritmo. Siento que esa fuerza para latir a tal velocidad me la da ella con su sola presencia. Es una sensación que jamás había experimentado, no con tanta fuerza. ¿Alguna vez has tenido alguna adicción? Pues ella es mi adicción, cuando estoy con ella estoy eufórico, fuera de mis casillas, palpito a velocidades a las que jamás lo había hecho, incluso siento como si fuera a explotar... Pero cuando no estoy con ella... Cuando no estoy con ella es cuando sufro, intento latir a la misma velocidad, pero es como esforzarse tras el viento...Cada pálpito es forzado, duro, muchas veces no tengo ni fuerzas para hacerlo, pero otras veces, sin saber cómo ni porqué me acelero sin razón aparente, pero con la sensación de que ella está aquí, conmigo...
Y tú... ¿Piensas en ella?

Cerebro: Cada segundo, desde que me levanto hasta que me acuesto, ella para mí es como una fuerza que me ayuda a mantener el cuerpo activo, pienso en como mejorar, en como puedo demostrarle mis sentimientos, en como hacerla feliz, en como hacer que cada día me quiera más, pienso en los dos, en un futuro, en cada paso a su lado...
Muchas veces el qué le puedo dar yo a ella me parece poco y me hundo... me invaden los pensamientos negativos, pero es ahí cuando viene a mi su sonrisa, el primer "Te quiero", el primer beso y entonces hago que te aceleres para que tú también sientas su presencia.

Corazón: Así que eres tú quien hace que me acelere...

Cerebro: No, yo solo soy el que da la orden. Quien hace que te aceleres es ella.

Corazón: Entiendo...

Cerebro: Por eso, querido corazón, debes abrirte, ensancharte, porque el sentimiento que ahora crees inmenso es tan solo el principio, todavía te quedan muchos sentimientos por albergar, por sentir, por vivir. Prepárate, el camino va a ser largo, duro, pero aquí estaré yo, para pensar en esos momentos, pensar en los dos, en como podemos superarlos juntos, junto a ella, para que jamás dejemos de sentir como lo hacemos.

martes, 6 de noviembre de 2012

Menos que un amor, más que un amigo

¿En qué punto un amigo se convierte en un desconocido? ¿Dónde está el límite de la amistad? Ni tu ni yo tenemos la respuesta, es más, dudo que alguien la tenga, pero si alguien la tiene creo que debe ser la madre experiencia
En algún punto de nuestra vida todos hemos tenido ese amigo que era como un hermano, esa persona que sabía que estabas mal aún cuando no habías dicho nada, esa persona a la que le contabas tus más íntimos secretos y tus más recónditos pensamientos... pero... ¿sigue siendo esa persona la que era hace un par de años? ¿Puedes seguir confiando en ella a ciegas? ¿Puedes poner la mano en el fuego por ella sin miedo a quemarte? Si es así te felicito, cuida a esa persona como un tesoro pues esa persona realmente es "más allegado que un hermano", pero la experiencia me dice que pocas veces encuentras ese amigo verdadero.

En una publicación anterior dije que el tiempo saca realmente la personalidad de las persona. ET VOILA, por lo que parece no me equivocaba ni lo más mínimo... Supongo que es normal que las personas se separen, cada uno elige su camino, aparecen nuevas personas en nuestras vidas y florecen sentimientos hacia ellos, pero... ¿el hecho de separar caminos es motivo para tirar por la borda todos aquellos momentos y aquella complicidad que nos caracterizaba? ¿Realmente es así? Por lo que parece para algunas personas así es. Debe ser que tal vez nunca llegaste a ser esa persona que decías ser, por lo visto has sabido mantener muy bien esa careta de "amigo", aunque a día de hoy me doy cuenta de como eres sin esa careta.

Solo me queda decir que gracias por todos los buenos momentos y por los malos de los cuales aprendí mucho, pero se acabó el ser "menos que un amor y más que un amigo".